Sobre nosotros
Somos una empresa venezolana fundada en 1948, cuya trayectoria se ha caracterizado por una gran fe en el futuro de nuestro país. Creemos en Venezuela y en su gente. Con más de seis mil accionistas en la actualidad, somos una de las primeras empresas inscritas en la Bolsa de Valores de Caracas. Hemos tenido momentos buenos y otros de crisis, pero nuestro compromiso inquebrantable ha sido y es con el desarrollo venezolano, concretamente de su sector industrial, en el cual hemos invertido continua y primordialmente en el desarrollo del recurso más valioso que puede tener cualquier nación: su capital humano. Esta labor de formación la hemos mantenido de manera ininterrumpida por más de 45 años a través de Fundametal.
A lo largo de todas estas décadas, incursionamos en la manufactura de productos largos de acero siendo un proveedor muy importante en el sector de la construcción nacional; también en la fabricación de autopartes, con mucho éxito en el mercado internacional; y en la producción de briquetas, por medio de nuestra filial International Briquettes Holding (IBH), ocupamos un lugar destacado en las exportaciones no tradicionales venezolanas. Estos programas de inversión contribuyeron a dinamizar la economía y generaron miles empleos, siempre en estrecha relación con las comunidades donde hemos tenido presencia como parte de nuestra responsabilidad social con el país. Sivensa tiene un compromiso con Venezuela.
Nuestra historia
Siderúrgica Venezolana “Sivensa”, S.A., primera empresa productora de acero y cabillas en Venezuela, se constituyó en Caracas en el año 1948 y comenzó operaciones en el año 1950. Después de un inicio de operaciones lleno de dificultades, a pocos años de su fundación, la empresa consolidó una posición ventajosa en la manufactura de cabillas para la industria de la construcción venezolana. La compañía ya no dejaría de crecer en las siguientes cinco décadas mediante una estrategia de diversificación relacionada en los sectores ferrosiderúrgico y metalmecánico.
Durante los años sesenta, comienza su entrada en el área automotriz, consiguiendo asociarse con importantes empresas norteamericanas fabricantes de partes para vehículos. También en esa década comienza procesos de transformación de alambrón, produciendo mallas electrosoldadas dirigidas a la industria de la construcción.
En los años setenta la empresa consolida su posición en el mercado automotor, convirtiéndose en el líder local en la producción de partes para vehículos y camiones, tanto de equipo original, dirigido a las ensambladoras locales, como partes para reposición, dirigidas a los mayoristas de repuestos.
Sivensa también avanza en el crecimiento de su portafolio de productos siderúrgicos para la construcción al adquirir la empresa Sidetur, dedicada a la producción de ángulos y vigas de acero, ubicada en la ciudad de Barquisimeto.
Consciente de la importancia de la formación de sus recursos humanos, en el año 1976, Sivensa crea la Fundación Metalmecánica para la Capacitación Industrial, “Fundametal”, con la misión inicial de brindar instrucción especializada a los trabajadores metalmecánicos de sus plantas automotrices, ubicadas principalmente en la zona industrial de Valencia.
A lo largo de una historia de éxitos, Fundametal superó con creces sus metas y objetivos iniciales: La Fundación amplió el alcance de sus cursos formativos desde aprendices industriales hasta estudios de cuarto nivel; extendió sus áreas de operación a Caracas, Puerto Ordaz y Barquisimeto; y dirigió sus cursos no sólo a los empleados de Sivensa, sino también a empleados de otras empresas. Hoy en día, Fundametal cuenta con más de cien empresas clientes para sus cursos de formación profesional, aprendizaje y educación superior, donde asisten alrededor de diez mil personas al año.
La siguiente década constituyó un período importante en el desarrollo de la empresa, tanto en sus líneas de negocios existentes, como por el avance de su estrategia de diversificación relacionada.
Apoyándose en su experiencia operativa en la industria siderúrgica y metalmecánica y en la formación de alianzas estratégicas con importantes socios internacionales, la empresa incursiona esos años en tres sectores importantes de la actividad industrial venezolana: el primero, la producción de alambres galvanizados para la agroindustria, la ganadería, y alambres para la fabricación de colchones; el segundo, la manufactura de equipos para la industria petrolera; y finalmente, en el tercero, Sivensa adquiere una posición líder en la producción y comercialización internacional de briquetas de hierro reducido, sector que rápidamente apuntaló como vía para el crecimiento de sus negocios de exportación.
Sivensa entra en la década de los noventa con retos importantes por delante. Sus operaciones ferrosiderúrgicas crecen de manera sustancial en el área de Puerto Ordaz con el arranque de una nueva acería, Casima, y con Venprecar, una nueva planta de briquetas tecnología Midrex.
En paralelo al arranque de sus nuevas instalaciones industriales, la compañía enfrenta cambios drásticos en la política industrial del nuevo gobierno, que aplica un programa de ajustes económicos para restablecer los equilibrios en la balanza de pagos y en las cuentas fiscales.
La productividad, las economías de escala y los estándares de calidad internacionales pasan a ser factores claves de éxito para empresas que se habían desarrollado bajo una política de sustitución de importaciones. En el mercado local se compite con productos importados y los mercados internacionales se convierten en vía de crecimiento a través de exportaciones.
Sivensa se aboca a realizar los ajustes necesarios en su organización; revisa en forma extensa su portafolio de productos para determinar sus prioridades productivas e identificar su potencial de exportaciones y, desde el punto de vista comercial, se apoya en su red de socios internacionales en el sector automotor, para canalizar una parte importante de sus programas de exportación.
En un período muy corto la empresa se convierte en el exportador industrial privado, no tradicional, más grande del país, llevando sus productos principalmente a los mercados de Colombia y Estados Unidos.
Durante la segunda mitad de los años 90, Sivensa acomete tres grandes inversiones. La primera, dirigida a la reorganización y modernización de sus plantas siderúrgicas en vista del entorno más competitivo de la economía venezolana; la segunda, para participar en el proceso de privatización de Siderúrgica del Orinoco “Sidor”; y, la tercera, dirigida a aumentar su capacidad de producción y exportación de briquetas. A finales del año 1997, Sivensa crea su filial International Briquettes Holding “IBH”, la cual tras consolidar las dos plantas de briquetas de reducción directa Fior y Venprecar, se asocia con una corporación transnacional australiana para construir la planta de briquetas de mineral de hierro Orinoco Iron, la cual inicia operaciones en el año 2000.
Es también a finales de la década de los 90 cuando la empresa enfrenta los riesgos propios al proceso de globalización. La crisis económica internacional, que se origina con la llamada Crisis Asiática y la caída posterior de las economías rusa y brasilera, incide directamente en la economía venezolana, la cual experimenta una recesión en la segunda mitad de año 98. Por unos años, los resultados financieros de la compañía se vieron afectados negativamente por la caída del volumen en las ventas locales y una drástica caída de los precios de exportación.
Sivensa emprende una reestructuración organizativa orientada a centrar sus actividades en los sectores de acero, alambre y briquetas. Como parte de esta reestructuración, la empresa vende su participación en las operaciones petroleras y automotrices y ajusta el tamaño de sus oficinas corporativas para manejar un portafolio de negocios más reducido y concentrado en las actividades ferrosiderúrgicas.
A partir del año 2004, los negocios siderúrgicos y de briquetas de Sivensa experimentan un importante crecimiento como resultado del incremento de la actividad económica en Venezuela y a la alta demanda de materias primas para la industria del acero en el mundo.
En el año 2006 los resultados positivos en Sidetur, producto de sus estrategias para incrementar la productividad, modernizar sus equipos y aumentar la capacidad en las áreas de mayor demanda, le permitieron a esta filial refinanciar su deuda con la banca internacional mediante una emisión de Bonos con vencimiento en el año 2016.
A finales de la primera década del 2000, las políticas del gobierno nacional se orientan a incrementar la participación del sector público en la economía nacional, principalmente en lo que denominan áreas o sectores estratégicos de la economía. La industria siderúrgica queda identificada como un área estratégica de la economía y como resultado de ello, a partir del año 2009, el gobierno, empezando con Sidor, comienza a tomar el control de las operaciones de las empresas ferrosiderúrgicas en manos del sector privado nacional e internacional.
Proceso expropiatorio y de estatización de las filiales Orinoco Iron, Venprecar y Sidetur
A principios de febrero del año 2010, el Estado venezolano, en forma unilateral y exclusiva, tomó el control y asumió la administración de las empresas briqueteras Venprecar y Orinoco Iron, ambas filiales de Sivensa (a través de IBH), lo cual conllevó la ocupación y explotación de sus plantas industriales ubicadas en Puerto Ordaz, Estado Bolívar.
A finales de octubre del año 2012, el Estado venezolano, a través de la empresa estatal Complejo Siderúrgico Nacional, S.A., tomó posesión y control de las plantas y activos industriales de la filial Sidetur, localizados en diversas partes del país, así como de los fondos dinerarios que constituían el capital de trabajo de dicha filial. Desde la misma época, la filial Sidetur ha estado intervenida por una Junta Administradora Temporal designada por el Ejecutivo Nacional, a todos los efectos relacionados con la expropiación de sus activos industriales.
Desde ese momento la compañía mantiene relaciones estrechas con la línea gerencial de las filiales que perdieron sus empleos; esto, con el propósito de poder reunir al grupo gerencial en una forma ágil en caso de una recuperación de las empresas o para mantener la capacidad de participación en proyectos industriales o de servicios en los cuales la experiencia industrial y de negocios de la compañía pueda capitalizarse en el desarrollo de nuevas actividades y oportunidades de crecimiento tanto para la empresa como para el país.
En Sivensa creemos que Venezuela es la base de nuestras operaciones y actividades industriales. En Venezuela, además de haber desarrollado un conjunto de empresas industriales con proyección internacional, Sivensa congregó y conoció a miles de trabajadores que demostraron sus capacidades y dedicación al trabajo organizado en procesos productivos complejos, donde la calidad de los productos finales se valoraba no sólo como necesidad imperiosa para competir en los mercados internacionales sino como testimonio de que podemos ser partícipes activos y exitosos en el contexto de la actividad económica internacional.

Nuestra misión
Sivensa es una compañía venezolana que elabora una amplia gama de productos siderúrgicos entre los cuales se destacan: productos de acero tales como cabillas, ángulos y vigas dirigidos principalmente al sector de la construcción venezolano y briquetas de hierro.
Sivensa tiene como misión contribuir con el desarrollo de la economía nacional, específicamente con el sector siderúrgico venezolano, utilizar sus habilidades y conocimientos en los ámbitos siderúrgico y gerencial para apoyar el crecimiento de la compañía y el uso eficiente de sus recursos.
Por más de treinta años la responsabilidad social ha sido parte integral de la misión de Sivensa, con la creación, en 1976, de Fundametal con el objetivo específico de proveer entrenamiento, conocimientos y destrezas prácticas en el desempeño de tareas industriales y servicios relacionados tanto para los trabajadores y aprendices de Sivensa y sus subsidiarias como para trabajadores de otras empresas.
Administración de los Riesgos Relacionados con los Delitos de Legitimación de Capitales, Financiamiento al Terrorismo, Financiamiento a la Proliferación de Armas de Destrucción Masiva y Otros Ilícitos (LC/FT/FPADM).
Sivensa ha establecido un conjunto de aspectos de carácter normativo que han sido agrupados en el Código de Ética de Sivensa, en el cual se deja un claro mensaje para todo el personal que la misión fundamental de la Compañía está orientada en lograr sus metas fomentando entre sus empleados los valores de la ética, la dignidad y la honradez, y rechazando cualquier posibilidad de alcanzar resultados a costa de violar normas legales vigentes o normas internas de la Compañía.